La Navidad, es un tiempo privilegiado para renovar nuestra gratitud a Dios Padre por el don inigualable de la encarnación de su Hijo.  Para quienes creemos en Jesús, el “Príncipe de la Paz”, se abre ante nosotros la oportunidad de demostrar en nuestras vidas, que somos capaces de anunciar al mundo la Buena Nueva del nacimiento del Hijo de Dios.

 Vivimos ahora un momento privilegiado de la vida de nuestra arquidiócesis, que es seguir convocando al pueblo de Dios a vivir experiencias comunitarias, sobre todo porque estamos convencidos que el camino marcado por nuestros pastores nos conduce a fomentar más y más la integración del mayor número de bautizados a la comunidad parroquial.

 Como catequistas no podemos ser ajenos a este movimiento, es de desear, que cada uno pueda guiar a sus pequeños interlocutores a entender según su edad y su capacidad lo que significa caminar como diócesis, según la voluntad de Dios.

    Para ayudar a este caminar, les proponemos las siguientes catequesis: